
Ha llegado el momento de pensar, meditar, tener cantidad ingente de ideas, machacar a nuestro músculo más preciado, ¡el cerebro!. Pero como bien sabemos, dos cabezas piensan mejor que una, y tres mejor que dos y así sucesivamente al incrementar el número de personas que se añaden a nuestro grupo.
Por eso a medida que se crean grupos mayores para conseguir estas ideas, se deben utilizar métodos efectivos de grupo para que no se escape ni el más ínfimo pensamiento. En este momento, vamos a utilizar una metodología bastante famosa y conocida que en el campo científico se llama Brainstorming o Tormenta de Ideas.
Ideado en 1938 por Alex Faickney Osborn, el brainstorming o tormenta de ideas es, resumiendo, ese momento en el que nos permitimos volvernos locos diciendo palabras y haciendo dibujos para un proyecto nuevo. Se puede aplicar a un individuo solo, a un grupo de personas, unos prefieren sentarse, otros tumbarse y algunos caminar sobre la hierba mojada con los pies descalzos.
Los brainstormings son divertidos. De hecho, cuanto más divertidos más productivos serán, por eso requieren de su tiempo, su espacio y su personal. Las ideas llegan a nosotros por todos los costados y desde medios muy diferentes.
El pánico, la vergüenza y las prisas son los enemigos número uno de una buena sesión de brainsotmirng, por eso aquí os dejamos algunos trucos para que hagáis florecer vuestra mente.
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